jueves, 6 de octubre de 2011

V ENCUENTO DE POETAS EN RED EN SIGÜENZA

El pasado 24  de Septiembre tuvo lugar en Sigüenza el V Encuentro de Poetas en Red, al que acudieron más de 50 poetas venidos de toda España, entre ellos nuestras/os compañeras/os Sole, Amelia, María José y Manolo.

En el Centro Cultural Los Arcos, cedido por el Ayuntamiento, se desarrolló el acto central del Encuentro, el recital poético en el que cada uno/a de los autores tuvo oportunidad de recitar dos de sus poemas. Asimismo se hizo entrega a los participantes del libro Antología Poética en el que los participantes han colaborado con dos de sus obras.

Aparte de otros encuentros más informales, de cenas y comidas, también hubo tiempo para realizar en la mañana del sábado una interesante visita guiada a la Catedral de Sigüenza en la que el canónigo archivero Felipe Gil hizo gala de toda su erudición.

La tarde terminó con el emotivo homenaje al gran poeta y cantautor José Luis Zúñiga, que nos dejó el pasado 3 de Abril.








lunes, 3 de octubre de 2011

ELEGÍA A LA MUERTE DE UN PERRO




   He perdido mis ojos… ¡Maldita sea!

   Aquellos que me guiaban por la vereda;

   Los de mirada siempre a su amo atenta,

y listos a evitarle que se cayera;

Que nunca se cerraron a la llamada,

Para urgencia o trabajo, entierro o fiesta.


   He perdido mis ojos… ¡Maldita sea!

aquellos que me guiaban por la vereda.

   Y con ellos se han ido mil cosas bellas:

De fino terciopelo eran sus orejas,

Su rabo un latiguillo de brisa fresca,

Su hocico, húmedo siempre … ¡ay, qué delicia!


He perdido mis ojos… ¡Maldita sea!

aquellos que me guiaban por la vereda.

Su pelo corto y negro como azabache

Era siempre admirado, por donde fuera;

De gladiador su pecho, sus cuartos fuertes,

Su dentadura entera hasta la muerte.


   He perdido mis ojos… ¡Maldita sea!

aquellos que me guiaban por la vereda.

   Siempre en pie, siempre, sano, sin dar problemas

de salud o comida ni de obediencia.

Eso sí, su despensa a cal y canto,

cerrada con tres llaves, como oro en paño.


   He perdido mis ojos… ¡Maldita sea!

aquellos que me guiaban por la vereda.

   Si alguna golosina era su premio,

con gran delicadeza la recogía,

con dientes y morrito, muy despacito…

temiendo hacerte daño al retenerla.


      He perdido mis ojos… ¡Maldita sea!

aquellos que me guiaban por la vereda.

   ¡Perro guía de ciegos!, fuiste perfecto,

Pues naciste un buen día para ejercerlo.

Pedro Márquez lo dijo, cuando en la ONCE

De ti, ¡Quepis!, bondades sólo contaba.


         He perdido mis ojos… ¡Maldita sea!

aquellos que me guiaban por la vereda.

   Si no hay cielo de perros, no creo en Dios,

Que una gloria sin canes, sólo sería

Otro mundo como éste, pero sin ellos,

¡amijos perros leales, que aquí tenemos!

          He perdido mis ojos… ¡Maldita sea!

aquellos que me guiaban por la vereda.




        Castellón, 6 de septiembre de 2011.


Ximo González