martes, 16 de octubre de 2012

UNA BUENA PERSONA




Cuando llega desesperación,

y la agonía de perderlo todo,

ya nada tiene sentido

y sin él todo es decepción.



No hablaré de la muerte

sino de lo que fue su vida,

no hablaré de la mala suerte

sino de una buena persona.



Él se  fue ya

y ¿qué es lo que nos queda?

Cuando la vida se va

se queda el alma.



¿Y después qué pasa?

Después a llorar,

después viene el vacío,

después quedan los recuerdos.




Tal vez no hiciera nada importante,

sólo fue importante para quienes le quisimos,

mi padre sólo fue un buen hombre,

mi padre sólo fue una buena persona.

                        Pilar Bellés

2 comentarios:

  1. Compartimos tus sentimientos y te acompañamos en este homenaje que has querido rendirle a tu padre con un poema que ha brotado desde lo más íntimo de tu ser.
    Nos fundimos contigo en un gran abrazo.

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    1. Muchas gracias amigos de Poetas sin Sofá por estar ahí tanto en los momentos buenos como en los dolorosos. Un abrazo. Pilar Bellés

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