domingo, 1 de junio de 2014

UN MUNDO QUE ESTÁ ENFERMO



Todos los días resuenan en las calles los tiros,
las  sirenas marcan el toque de queda.
Las pequeñas hormigas regresan
tan rápido como pueden a sus celdas.
Los días de descanso  son sin más
una preparación para los días de trabajo.
Desposeídos de sus vidas tan sólo tienen tiempo
de discutir para encontrarse.

La economía bombardea
día tras día, bomba tras bomba.
Los guardias reparten tristes despedidas
y en las casas la desesperación se materializa.

Se paga una hipoteca, una casa.
Más que una casa, una celda,
prisionero de guerra

La guerra se lleva de un lado a otro,
la guerra es constante.
La economía gana terreno,
deslocaliza, aniquila, esclaviza…
y  siempre
                 pide
                         más.

Tal vez llegue el día en que la economía
esclavice cada rincón de este mundo.
Para ese día no habrá humanidad.

                                                              Josep Beltrán

(Del Cuaderno de Poesía #3 de Poetas sin sofá)

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